Andaina Concello de Cee: «De la Xunqueira a Santo Estevo: tras las huellas de nuestros ancestros»

El próximo sábado, 8 de abril, tedrá lugar la caminata popular del Ayuntamiento de Cee que se enmarca dentro del ciclo «Andainas Coñece a Costa da Morte». Será una caminata lineal que lleva por nombre «De la Xunqueira a Santo Estevo: tras las huellas de nuestros ancestros» y que saldrá a las 10h del Paseo del Alcalde Don Pepe Sánchez y llegará hasta Lires. El recorrido es de 10´64km y se tardará sobre 3h. ¡Acompáñanos!

 DATOS GENERALES DE LA CAMINATA

  • Caminata lineal.
  • Punto de salida: Paseo del Alcalde Don Pepe Sánchez (a la altura de las casetas) a las 10:00 horas (los buses deberán llegar alrededor de las 9:45 horas a la zona indicada)
  • Punto de llegada: campo de la fiesta de Lires.
  • Recorrido de 10,64 km que se completará aproximadamente en 3 horas (con la parada para el avituallamiento incluida que se hará en el Cruceiro de Cantorna).

DESCRIPCIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA

La ruta ceense de las Andainas 2017, con salida en el Paseo Marítimo de Cee y llegada en Lires, discurre en la primera parte de su recorrido por el antiguo Camino Real que desde Fisterra se dirigía a la ciudad de A Coruña.

Saldremos de la zona central de los jardines del Paseo Marítimo, cerca de onde estaba la antigua junquera donde la leyenda sitúa la aparición de la imagen de la Virgen que dió lugar en la Baja Edad Media a la construción de la iglesia de Santa María de Junqueiras, la cual aparece mencionada en el Liber Tenencie de Horro redactado por el canónigo compostelano Gonzalvo Vázquez de Mandayo en el año 1438.

Esta iglesia estuvo directamente vinculada a la de San Esteban de Lires ya que esta última fue anexo de la parroquia de la Xunqueira durante más de cuatrocientos años en virtud del poder del arcediago de Trástamara, señor de la villa ceense con potestad para nombrar párroco y cobrar las rentas procedentes dos sus iglesarios, entre otras muchas atribuciones.

Esta relación entre las dos parroquias hizo que nuestros antepasados tuvieran que hacer en numerosas ocasiones el mismo camino que recorreremos nosotros, siendo la más famosa la ocasión en la que varias chicas llevaron en cestos hasta Lires una parte importante de los libros parroquiales de Cee en el mes de abril de 1809 cuando tuvo lugar la invasión napoleónica en nuestra comarca. Gracias a esto, los libros se salvaron de la quema y podemos contar con muchos más datos de nuestra historia.

Después de pasar por los lugares de O Son y A Granxa nos dirigiremos hacia la zona en la que se encuentra el conjunto etnográfico de los molinos de Toba, que trabajaban con el auga del arroyo de Laxes. Datan de la época moderna y su importancia en la economía del mundo rural era muy grande, ya que ésta se asentaba en la explotación de la tierra y del ganado. La llegada del maíz a nuestra comarca, hacia 1630-40, junto con un largo ciclo climático positivo para los cultivos, tuvo como consecuencia un aumento considerable de la población y relacionado con este la puesta en cultivo de nuevas tierras, tal y como se deduce por las escrituras de foros.

En una economía de subsistencia, donde el pan era el alimento básico, los molinos jugaron un papel fundamental. Que una sola persona tuviera molino propio era un auténtico lujo al alcance de unos pocos privilegiados (molinos de maquía), por lo que lo normal era que perteneciera a varios agricultores (molino de herdeiros) que se turnaban por horas para usarlo. Finalmente, hay que destacar que el molino fue un lugar de encuentro para las relaciones entre los vecinos de una comunidad (muíñadas). Hoy en día, las modificaciones y cambios sufridos por la economía tradicional y la sustitución de estes molinos por los eléctricos, conllevó al abandono y desaparición de un elemento fundamental en la Galicia rural a lo largo de muchos siglos. De la importancia que tuvieron los molinos en la vida cotidiana, nuestro folclore nos dejó multitud de ejemplos en forma de cantigas:

“Unha noite no muíño,

unha noite non é nada
unha semaniña enteira,

esa si que é muiñada.

Deus cho pague churrusqueira,
téñocho que agradecer,
cando vou ao teu muíño
sempre me deixas moer.»

Tras dejar a nuestra izquierda este conjunto de molinos y la iglesia de San Adrián de Toba, tomaremos camino hacia el lugar de Vilar. De la iglesia de Toba podemos comentar que es un templo originariamente románico construido en el s. XII, del que en la actualidad solo conserva de este estilo arquitectónico el presbiterio y el triunfal de entrada que tiene una decoración que recuerda a la manera de trabajar del taller de Platerías de la Catedral de Santiago. Tanto la nave como las capillas del Cristo y Nuestra Señora del Rosario son resultado de reformas posteriores ya en los siglos de la Edad Moderna. Cuenta con nave de planta de cruz latina y cubierta a dos aguas. La fachada, en la que sobresale la torre del campanario, tiene una puerta de luz rectangular, una ventana y está rematada por un acroterio cruciforme.

Ya en Vilar, recordamos que este lugar fue atacado también por las tropas napoleónicas que en estes caminos dejarían su rastro de terror con varios vecinos muertos, incluyendo también al cura párroco de San Adrián. También, como curiosidad, comentaros que este lugar se llamó originariamente Vilar de Armental. Así aparece en el testamento hecho en el año 1262, a la muerte de D. Juan Mariño, soldado perteneciente a una de las familias nobles más importantes en las tierras de Soneira y Nemancos. En él hay una donación de varios lugares al monasterio de Moraime con el objetivo de que su cuerpo fuese enterrado en su iglesia, lugar famoso en la época medieval y con el que tanto la familia de los Mariño, primero, como la de los Traba, después, tuvieron una especial relación, aunque ésta no fuese siempre del agrado de los monjes.

Nuestros pasos se dirigen hacia  las ruinas de la «Casa do Camiño», emblemática casa de labranza que perteneció en la Edad Moderna al arcediago de Santa Tasia y posteriormente a la familia de uno de los vecinos más poderosos de Cee, D. Juan Bautista de las Riberas para pasar por herencia  al Marquesado de Villaverde de Limia. Después de Bedán y Chafaris nos dirigimos hacia el lugar de Bermún,  famoso por su antigua feria y también por ser escogido para formar a las milicias de campesinos que debían defender las villas de Cee y Corcubión de las tropas francesas en 1809.

Pasaremos muy cerca de la iglesia de Pereiriña, de siglo XVI pero reformada en los siglos XVIII y XIX. Situada en un promontorio natural que domina el valle, esta iglesia tiene una planta de cruz latina con una capilla mayor de planta cuadrada y una gran nave. El retablo mayor, neoclásico, está formado por tres planos verticales; el central, de más anchura, presenta un expositor con la imagen del santo titular, san Julián. Las capillas da nave de crucero son en el lado sur la dedicada al Santo Cristo y la del lado norte a san Antonio.

En el exterior, destaca la presencia de contrafuertes en la esquina del muro principal. La fachada sigue un esquema pentagonal y está construída con grandes vigas graníticas. La puerta, alintelada y de luz vertical, está flanqueada por dos enormes pilastras que soportan un friso decorado con acroterios acabados en bóla, siendo notable el influjo de las grandes construcciones compostelanas.
La torre de estilo ecléctico, del siglo XIX, corona esta fachada.

Un poco antes de llegar a la iglesia, afrontaremos la última parte de nuestra ruta desviándonos hacia el cruceiro de Cantorna, del siglo XVII, con un pedestal cuadrangular dedicado a la Pasión de Cristo y en el que encontramos los símbolos de la muerte: calaveras y tibias. En la cruz tenemos a Cristo crucificado con tres clavos y la cabeza erguida. En el reverso de la cruz podemos contemplar una imagen de la Inmaculada coronada sobre una peana sostenida por un ángel.

Desde aquí, y tras pasar el lugar de Pereira, iremos abandonando las tierras de Pereiriña para adentrarnos en las de Lires. Pasaremos por el lugar de Porcar para continuar ya en continua bajada hacia el lugar de Lires, en el que entraremos por la antigua escuela unitaria para acabar en el campo «Riba das Eiras», lugar de celebración para los vecinos donde este año acaba esta ruta.

Desde aquí, podemos bajar por las estrechas calles hacia la desembocadura del río Castro para contemplar la belleza de la ría y el océano Atlántico y, por supuesto, dedicarle unos minutos a la iglesia de Santo Estevo que cuenta con una sola nave y una capilla mayor que se cubre con bóveda de cañón. Este templo contaba con dos entradas, una en el muro sur y otra en la fachada que es la que se conserva actualmente. Siguiendo el esquema compositivo más habitual, la fachada está dominada por un eje vertical en el que se superponen la puerta principal, la ventana y la espadana. Todo el conjunto acaba en un frontón partido con aleros e acroterios típicos do estilo barroco. Del interior del templo destacamos la imagen de San Esteban de gran frontalidad y planitud, que representa al santo con la palma del martirio en una mano y el libro de los Evangelios en la otra, realizada por un artista acostumbrado a trabajar relevos siguiendo el estilo neoclásico.

 

Víctor Manuel Castiñeira Castro

Historiador y Técnico de Cultura del Ayuntamiento de Cee

ORTOFOTO

Consultar el track de la caminata en este enlace:

https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16458732

 

MAPA 1:250000

PERFIL

 

INFORMACIÓN PARA LOS AUTOBUSES

PUNTO DE SALIDA: los autobuses deberán dejar a los participantes en el Paseo del Alcalde Don Pepe Sánchez.

PUNTO DE LLEGADA: los buses deberán recoger a los participantes en el campo de la fiesta de Lires, a la altura de la Pensión Rural As Eiras.

 

Si alguna persona está interesada en tener el track de la andaina en formato .GPX o .TRK solo tendrá que ponerse en contacto en el correo-e deportes@concellocee.es

 

 

 

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