Patrimonio etnográfico

Restos de la cultura megalítica

Históricamente, Cee cuenta con vestigios de la existencia de población desde muy antiguo. Tenemos restos de cultura megalítica (ca. 4500-2000 a.C) como las «mámoas do Alto de San Pedro Mártir» (A Pereiriña) y las «Pedras Negras» (Bermún- A Pereiriña). El pueblo prerromano que habitó esta comarca fue el de los Nerios, los que desarrollaron su cultura dentro del mundo castrejo antes y después de la llegada de los romanos. Huellas de su existencia son los castros (poblaciones defendidas por medio de murallas y fosos) del Monte do Son (Cee), Monte do Castro (Lires), Os Castros (Bermún- A Pereiriña)e Os Castros (Vilar de Toba).

Restos de arquitectura medieval

En la Edad Media, Cee aparece hacia el siglo XII como una pequeña villa dedicada solo a las labores de la tierra que empezaba a crecer por la presencia del archidiácono de Trastámara que construyó aquí su residencia señorial. Poco a poco, empezó a abrirse hacia el mar, haciendo de él un bien económico. Restos de la arquitectura medieval podemos observarlos en la Iglesia de Toba (románico), del siglo XII, y también en la Iglesia de Cee que sigue conservando restos de arquitectura gótica del siglo XV en la parte de la capilla mayor.

Igresia de San Adrián de Toba, s. XII

Arquitectura moderna

Aún hoy se puede ver como Cee se fue configurando poco a poco como un núcleo de población importante que va creciendo por su vinculación con el poder eclesiástico y por la riqueza que ofrece el mar. Paseando por el casco antiguo, podemos entrever esa época con casas de piedra labrada y estrechas calles con patios y plazas pequeñas. Entre las edificaciones podemos destacar la Casa Mosteirín, edificio de carácter residencial, situado en uno de los lados de la Plaza de la Constitución, justo al lado de la también pintoresca Casa Mayán.

Es imprescindible al recorrer Cee, visitar el Pazo de Cotón, construido por los Carantoña de Vimianzo y que es un muy buen testimonio del barroco gallego. De la misma época es el Castillo del Príncipe situado en Ameixenda y llamado así en el honor de quien años después reinara como Carlos IV que, construido enfrente al Castillo del Cardenal (Corcubión) situado en el otro lado de la ría, tenían la función conjunta de proteger la entrada de la ría de los frecuentes ataques piratas.

En cuanto a la arquitectura religiosa podemos destacar la visita al crucero del Campo del Sacramento, coronado con una Virgen de la Piedad que pertenecía a una antigua capilla dedicada a la Magdalena y también las iglesias de Brens, Pereiriña, Lires y Ameixenda.

  • Iglesia de Santo Estevo de Lires

Instituto Fernando Blanco y «Escola das nenas»

Dentro del patrimonio histórico- artístico de la villa de Cee, dos edificios de arquitectura civil destacan sobre o conjunto. Ambos se deben al filántropo nacido en la villa a finales del siglo XVIII, don Fernando Blanco de Lema, que en su legado dejó numerosos fondos para la construcción de un colegio de primera y segunda enseñanza: el actual instituto Fernando Blanco y la conocida como «Escola das nenas», edificada sobre el solar de su antigua casa natal. El colegio-instituto es una obra de gran belleza arquitectónica de estilo ecléctico construido a finales del siglo XIX. En su interior merece la pena contemplar la biblioteca de incalculable valor por la riqueza y calidad de sus fondos, y la capilla donde están depositados los restos del fundador en un mausoleo de mármol blanco. Además de este edificio podemos disfrutar del fantástico jardín botánico que lo rodea, que cuenta con la presencia de ejemplares centenarios de diversas especies traídas de diferentes partes del mundo.

La otra gran obra es la antigua «Escola das nenas» que, desde agosto de 2001, alberga la actual Exposición Permanente de la Fundación Fernando Blanco, formada con una parte de los fondos conservados pertenecientes a la propia Fundación. Entre ellos destacan numerosos objetos que formaron parte de los gabinetes de física, química, electricidad, biología, etc. y que son comparables a los que podemos encontrar en universidades como la de Santiago de Compostela o la de Salamanca.

Conjuntos etnográficos

Muchos son los rincones del Ayuntamiento de Cee en los que la naturaleza se entremezcla con la mano del hombre de forma hermosa y pausada. Buena muestra de ello son dos conjuntos de molinos que destacan por su belleza:

Los Molinos de Toba son un conjunto etnográfico formado por varios molinos de agua, que están enclavados en un tranquilo rincón del Río das Laxes o río de Toba. Este lugar ofrece la posibilidad de disfrutar de un remanso de paz al sonido de las tranquilas aguas, al tiempo que también podemos organizar una comida de campo, puesto que el conjunto dispone de fogones y mesas de piedra.

  • Vista dos Muíños de Toba

Los Molinos de Morancelle, más desconocidos y menos visitados que los anteriores, son también un conjunto de molinos de agua que fueron restaurados recientemente y que también consiguen mostrar la hermosura que a mano del hombre puede dejar en su aprovechamiento de la naturaleza.

  • Muíños de Morancelle

 

 

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