Iglesia situada en la parroquia de Pereiriña sobre un promontorio natural que domina el valle. Lo más destacado del exterior es la presencia de contrafuertes en la esquina del muro. La fachada sigue un patrón pentagonal con grandes sillares de granito. Muestra claras influencias de las grandes construcciones compostelanas. La torre, de estilo ecléctico, del siglo XIX, corona esta fachada. El retablo mayor es neoclásico, presenta un expositor con la imagen del santo. Las capillas de la nave del cruceiro, en el lado sur, están dedicadas a San Cristo y la del norte a San Antonio. Posee dos retablos barrocos idénticos que corresponden a la interpretación que hizo un maestro local de los grandes retablos compostelanos.